jueves, 23 de junio de 2011

Inspiración ajena

Una gran amiga escribó algo en lo que seguí pensando, esas historias que se tejen en el café de la manana, esas que quedan escritas y cuando el autor muere, las descubren y las publican, esas donde se ve el final, y es ahí donde nace un nuevo cielo, hilos de amores, pasiones, exitos, nuevos trabajos, sexo, sexo con él, con ella, con nadie, celos, hilos de nada, de gente que no tiene nada más que esperar el día que llegue su muerte, o hilos donde falta tiempo para tejer, donde falta el alimento más lindo del alma, el amor.

Historias que nacen como flores entre cruce de miradas, y desvanecen como humo. Así se siguen tejiendo a cada minuto, quiza no se entiende el por qué de los finales, o de los principios, la respuesta es otra historia.

1 comentario:

July Aguayo dijo...

Me encanta!!!!!! Es muy cierto tu escrito, tan cierto que el mismo texto que hiciste no tienen ni principio ni final.. Hilos d enada y te dodo al tiempo, esos que nacen con el café de la mañana...
Te quiero mi Juanis