jueves, 20 de octubre de 2011

Causa de una mirada

No bastó mucho para que me dieras tanto, no bastó más que tus ojos, esos ojos que jamás ví tan llenos de mucho por contar, tan profundos y tan para siempre que me llevaron por esos segundos lejos a donde quería estar, esos ojos que mientras cruzábamos palabras, los míos y mi memoria los gravaban, los gravaban como si nunca más volviese a verlos, cuando deje de verlos, cerraba los míos y viajaba a ese instante, tantas veces como podía. Tus ojos iluminaron cada paso que diste, y yo te eguí con los míos, nos volvimos a encontrar y sentí que un mundo de mariposas habitaba en mi estomago. Supe que no volvería a verlos, así que accedí que era una fantasía que sólo unos momentos hizo parte de la realidad y que realmente en mi pansa todavía vuelan mariposas pero no por tus ojos.

5 comentarios:

July Aguayo dijo...

Me encantó yu me gustó el cierre (aunque lo interpreté a mi manera) y es que esas mariposas no se mueren con el nombre, ellas siempre están solo que cambian de nombre, lo bonito es que son de uno, no del nombre...

July Aguayo dijo...

jajajajaj parece un trabalenguas, pero digamos que fue un juego de palabras jajajaj

Anónimo dijo...

hay monaa!! esta divino,yo se para quien es eso! pero tenlo por seguro que lo encontraremos de nuevo! beso te amo!!

TOMASA dijo...

July graciiias, entendí tu travakenguuas y también me gustó lo que dices! ;) Gracias

TOMASA dijo...

Caritoooo tan hermooosa, sii yupi, tu sabes.... pero bueno así es la vida, vamos a ver si algún día vuelvo a ver esos ojos...