27 de marzo, es cuando todo se convierte en remolino de dos direcciones… Entre la duda y la certeza, la calma sin tiempo y la desesperación velóz, las ansias de ahogar el llanto e intentar ser fuerte sólo mientras dura el efecto sin aire…sólo unos segundos, la verdad, unos pocos segundos, ni uno más, ni uno menos.
Es frecuentemente humano, tener más capas de piel cada día , donde lo que se palpa es más sensible, más frágil y más peligroso...
Estoy aquí con el pulso del mar en invierno, con la calma de un tráfico, con la paciencia de un desastre, con el silencio de una guardería habitada…no quiero una respuesta, sólo pintar las letras y seguir en lo mismo, en lo que ahora andaba, en lo que camina; me desvié un momento (del tiempo que no existe) para dejar mi remolino en dos direcciones…
Es frecuentemente humano, tener más capas de piel cada día , donde lo que se palpa es más sensible, más frágil y más peligroso...
Estoy aquí con el pulso del mar en invierno, con la calma de un tráfico, con la paciencia de un desastre, con el silencio de una guardería habitada…no quiero una respuesta, sólo pintar las letras y seguir en lo mismo, en lo que ahora andaba, en lo que camina; me desvié un momento (del tiempo que no existe) para dejar mi remolino en dos direcciones…
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